SOLA EN EL MAR



Enlace a noticia comentada: Gonzo, sobre Mari Carmen, desaparecida en un barco del CSIC: "Se apagaba poco a poco tras ser agredida sexualmente y nadie la escuchó" (lasexta.com)


Mari Carmen Fernández Vázquez, es el nombre completo de la mujer que, tras denunciar haber sido víctima de una agresión sexual en su puesto de trabajo, a bordo de un buque de investigación de la AGE, se encontró absolutamente sola y abandonada por los poderes públicos. Éstos, no solo fueron incapaces de acompañarla y protegerla durante el tortuoso proceso de denuncia de los hechos… Tras la desaparición en alta mar de Mari Carmen, ni siquiera se pusieron todos los medios materiales y humanos para recuperar su cadáver del fondo del mar (el CSIC no movilizó a parte de su flota para buscar el cadáver, como sí lo hizo, por ejemplo, en el caso de las niñas desaparecidas en Tenerife asesinadas por su padre en 2021, un caso de violencia vicaria).   

Como funcionaria de la AGE, la sensación de rabia e impotencia al conocer los pormenores de este caso son enormes. Nadie hizo nada por proteger a Mari Carmen: la jueza, pese a dar veracidad a su relato, apoyado por distintos informes periciales forenses, le aconsejó firmar un acuerdo por el que la demanda por agresión sexual sería retirada.

Tras recibir el alta médica (por los graves problemas psicológicos derivados de aquel proceso), Mari pidió al CSIC medidas para no coincidir con su acosador, nadie hizo nada al respecto y volvió a coincidir en el mismo barco con el presunto agresor.

En el 'Protocolo de prevención e intervención frente al acoso sexual y por razón de sexo del CSIC', del año 2020, estaba recogido el traslado como medida de protección. “Para garantizar la protección de las personas implicadas en este proceso, y previa audiencia a las mismas, la Comisión frente al acoso sexual podrá proponer motivadamente la posible movilidad de las personas afectadas, y cuantas otras medidas cautelares estimen adecuadas”, dice textualmente. No se adoptó ninguna. Y, por si eso fuera poco, Carmen fue obligada a asistir a un curso antiacoso junto a su agresor, y el resto de la tripulación del barco, antes de volver a subirse al barco.

A día de hoy, y tras la emisión del episodio de Salvados “Sola en el Mar”, nadie ha dimitido ni asumido responsabilidades. Como ciudadana, mujer que ha estado embarcada como personal investigador en un buque oceanográfico del CSIC (y sufrió acoso sexual en dicho buque) y funcionaria del Estado, me parece especialmente preocupante y de extrema gravedad que el CSIC no haya participado en dicho reportaje ni haya mostrado la más mínima voluntad de dar explicaciones. Únicamente se ha limitado a sacar una nota interna (Ver Artículo Faro de Vigo) al día siguiente de la publicación del reportaje de Salvados, en la que defiende su actuación ante los hechos relatados, no hace ni la más mínima autocritica y en la que, en repetidas ocasiones, se refiere a Mari Carmen Fernández Vázquez por sus siglas MCFV, invisibilizando así a la persona, mujer y trabajadora, que ha sido víctima de unos hechos tan terribles.

El caso de Mari demuestra la absoluta indefensión y soledad a la que, aún hoy, se enfrentan las mujeres que dan el paso de denunciar este tipo de casos. No quiero ni imaginar lo que tuvo que sufrir Mari en ese barco para, como todo parece indicar, decidir poner fin a su vida arrojándose por la borda. Mari denunció un grave caso de abuso sexual en su entorno laboral y todas las instituciones públicas la dejaron sola… Ojalá la denuncia pública de este caso sirva, al menos, para que ninguna otra mujer tenga que pasar por el calvario del que fue víctima Mari Carmen Fernández Vázquez. Qué el mar te sea leve….  

 


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